Me dirijo a ustedes todavía sorprendida e indignada por lo que me acaba de suceder y con el deseo de que publiquen esta información para que llegue a todos los interesados.

Llevo varios días observando a un perro abandonado por los alrededores de mi casa, uno de estos “mejores amigos del hombre” que sufre la crueldad y el desprecio de un “ser humano”. Cuando informo a la policía local de Paterna, me proporcionan los teléfonos de varias protectoras de animales (de Llíria y Valencia) las cuales me informan que no pueden hacerse cargo porque donde yo vivo está fuera de su ámbito de actuación. Vuelvo a llamar a la policía local y atentamente me informan de que la perrera municipal está de VACACIONES y que “hasta el día 16 no hay nada que hacer” (palabras textuales). Es increíble y descabellado que en el mes de Agosto, en el que la tasa de abandono de perros se dispara, un servicio de recogida de animales cierre sus puertas y el ayuntamiento no prevea un protocolo de actuación alternativo para atender una necesidad tan imperiosa como esta. No solamente me preocupa la suerte que pueda correr el animal, sino también los perjuicios que conlleva su presencia incontrolada para mi municipio: basuras rotas y esparcidas por las calles, niños a los que puede atacar, enfermedades que puede ir transmitiendo, procreación indiscriminada, y un largo etcétera que, gracias a una negligencia administrativa, estamos permitiendo.

Creo que el caso requiere toda nuestra atención y así lo he hecho saber en varios servicios del ayuntamiento. Ahora sólo queda compartir con mis vecinos esta indignación y apelar a nuestra conciencia ciudadana para que hechos así no queden silenciados.

Un saludo, y felices vacaciones.

Paula