Noviembre
comienza
recordando a
nuestros seres
difuntos con
actos
institucionales
programados para
ello en el
cementerio.
Cementerio que
se convierte
para estas
fechas en un ir
y venir de gente
que tiene que
atravesar las
instalaciones
deportivas para
poder acceder a
él, si han
venido en coche.
Las cerca de 50
plazas del
cementerio se
cierran y menos
mal que este año
han dejado
aparcar en la
zona de la
piscina
municipal. No se
entiende tampoco
que siga cerrado
el aparcamiento
de los
pabellones
deportivos, que
sumarían unas 50
plazas más. Como
tampoco se
entendió que
quitaran las 50
plazas en la
zona que
pusieron césped
enfrente del
vacunódromo, que
no utiliza
nadie. En total
más de 150
plazas que los
vecinos que iban
al cementerio no
han podido
utilizar.
Menos mal que el
centro comercial
de la zona no
pone pegas, de
momento, para
aparcar en las
plazas de sus
propiedad.
En otro orden de
cosas, hemos
dejado octubre
con dos
concentraciones
de personas que
no han visto
bien alguno de
los aspectos que
llevan años,
pasando por
equipos de
gobierno de
todos los
colores, sin
resolver, las
aceras y los
vertidos de La
Canyada y la
recuperación del
entorno de la
Torre. En ambos
casos con gran
afluencia de
representantes y
simpatizantes de
los partidos de
la oposición
municipal. El
2023 está a la
vuelta de la
esquina. |