La ciudad y la huerta de
Paterna: un compromiso cívico
Cada día son más las personas
y colectivos, los pueblos y ciudades del País
Valenciano que toman conciencia de las nefastas
consecuencias del desarrollo urbanístico sin
límites. Las. protestas y la sensibilidad por la
defensa-del medio ambiente en general crecen
alimentadas por la oposición desde valores
culturales y participativos; también es destacable
el carácter local de numerosas movilizaciones
impulsadas desde lo cercano y querido, desde lo
necesario.
Mientras tanto, toda una
compleja trama de intereses sigue dedicándose a
sembrar el territorio de industrias del ocio y del
negocio. Empresas y administraciones públicas
coinciden en vender las bondades del mercado de
cemento como motor del progreso y de la modernidad;
es así como se entreveran los intereses particulares
y la función social del urbanismo.
El crecimiento y la expansión
como idea y estrategia de muchos gobiernos
municipales les hace aparecer (al menos ante
nuestros ojos) como empresas en busca de beneficios
económicos y de prestigio electoral. Mientras
algunos presupuestos se malgastan en partidas
innecesarias, las políticas sociales se mueven en la
tacañería presupuestaria, cuando no en la
indiferencia (por ejemplo en los presupuestos de
Juventud).
Ni unos ni otros dicen "ni mu"
sobre las consecuencias de la vida de las personas y
del medio ambiente que tiene y tendrá el actual
modelo de crecimiento urbano y residencial, las
políticas de transporte y el desaprovechamiento de
los recursos naturales.
Con los coches invadimos todo,
ocupamos las aceras, las puertas de los colegios y
los parque públicos, espacios todos ellos necesarios
para la relación y la comunicación entre las
personas y muy especialmente para el juego de los
niños y para las personas
con dificultades de movilidad;
estos espacios están siendo saboteados y destruidos
por el eufemismo de que "el progreso no se puede
parar"
Hasta la huerta se adentran
los vehículos amenazantes, invadiendo y poniendo en
peligro la tranquilidad y la integridad de personas
y animales que habitan en la poca huerta que queda y
donde se realizan actividades educativas y
agrícolas, como las que desarrollan el Patronato
"Francisco Esteve" y el Centre d'Educació
Mediambiental "Julia". Otros vecinos también
disfrutan de paseos por este paraje natural,
saludable y relajante, bien andando, en bicicleta o
en carro. Desde aquí pedimos con ahínco su
promoción y protección por parte de la ciudadanía y
de la Administración pública.
Por todo ello, exigimos:
- La declaración de la
huerta-por decreto como patrimonio agrícola,
cultural, cívico e histórico.
- La peatonalización de los
caminos rurales de Quart i del camino que transcurre
hasta el colegio "La Salle" i comunica las huertas
de Paterna i Benimamet hasta Campanar.
La creación de la concejalía de
promoción y defensa de la huerta, del labrador y de
la rentabilidad de sus cosechas. Mejoras de
mantenimiento del polideportivo y la piscina de la
carretera de Manises.
- Devolución de las aceras a
los peatones.
- Devolución de los parques
públicos a las niñas y los niños.
Colla Amics de L'Horta "Xato,
el Granerer" Paterna, gener 2006 |